Rebbetzin Celia C. de Hernández

La paciencia de Dios no durará para siempre, aunque muchos ni siquiera lo consideren: Un desastre de grandes magnitudes le espera a este mundo dominado por los impíos y la impiedad.

     Pocos, muy pocos son aquellos que recuerdan permanentemente las palabras de Yeshua: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta que el día que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mat 24:37-39).

     Con estas palabras el Señor no solo dio autenticidad al relato bíblico del Diluvio, sino que incluso lo usó como analogía y advertencia profética para los días previos a su glorioso retorno a Israel. La historia de ese cataclismo contiene grandes enseñanzas y verdades para los creyentes de hoy, y nosotras queridas hermanas y amigas, estas enseñanzas deben mantenernos espiritualmente alertas y compartir nuestra fe a otras personas. No podemos ni debemos quedarnos calladas cuando el hacha ya está cerca del tronco, cuando el juicio divino está a la puerta y la inmensa mayoría vive obsesionada con el materialismo y el hedonismo

 

LA NATURALEZA DEL PECADO

 

     El pecado está en el mundo, así lo dice la Biblia, como también dice que “el mundo entero está bajo el poder del maligno”(1ª Juan 5:19), que el espíritu de este siglo o mundo opera en los hijos de desobediencia (Efe 2:2), lo vemos todos los días, la maldad aumenta cada vez desde la caída de Adán y Eva, cuya desobediencia trajo el mal y los males. ¿No nos horrorizamos acaso en el efecto maléfico en su hijo Caín que sin amor y sin piedad mató a su hermano Abel? Efecto que continúa entre los hombres de todas las latitudes y culturas.

     Esta es la historia de la humanidad, una caída continua en la que los “Caínes” siguen matando a los “Abeles”, resultado del pecado originado en El Paraíso. Pecado, palabra que ya nadie quiere escuchar, pero que a diario se traduce en el mundo con muerte y destrucción, mentira, robo, adulterio, homosexualidad y lesbianismo, igual como sucediera en los días de Lot, en los que las ciudades impías de Sodoma y Gomorra fueron destruidas por Dios.

     La Biblia relata que a causa de sus perversiones fueron enjuiciadas esas ciudades, relato que el Mesías une también a su retorno y que de acuerdo a su profecía tomará por sorpresa al mundo entero (excepto al remanente).

 

CAÍN, PADRE DE UNA SOCIEDAD IMPÍA

 

     Cuando leemos el libro del Génesis nos enteramos que Caín es el padre de un linaje en crecimiento, de una sociedad que se aleja radicalmente de Dios, que derrumba las barreras entre ellos y el linaje de Set (Gen 4:26), en cuyo tiempo entonces los hombres comenzaron a invocar a Dios.

     Para su desgracia y desgracia de todos, el ritmo licencioso en su manera de vida creció a tal punto que Dios dice “que la maldad de los hombres era mucha sobre la tierra” (Gen 6:5). ¿Qué argumentos podemos tener ahora para decir que en este mundo no pasa nada, que la gente es buena y la maldad no es tanta?

    A los creyentes que sostenemos que el mundo anda mal y su conducta es reprobable delante de D-os y de los hombres, seguramente nos juzgan de negativos o de fanáticos. Sin embargo vemos las noticias y nos enteramos a diario que no hay lugar sobre el planeta donde la violencia y la maldad no hagan de las suyas. Por esto es que la Biblia dice que “el mundo entero está bajo el poder del maligno” (1ª Juan 5:19).

     Incluso la propia creación gime esperando la intervención divina, pues sus males con muchos, demasiados (contaminación, incendios, basura, explotación irracional de las riquezas del subsuelo y demás recursos, etcétera).

 

MALDAD E INCREDULIDAD DESBORDADOS

    

     La maldad y la incredulidad eran tales en los días de Noé que Dios dijo: “que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Gen 6:5). La incredulidad y degradación había llegado a tal punto, que el corazón de D-os se contristó, ¿No gime también tu corazón y el mío, querida hermana y amiga, al ver tanta maldad a nuestro alrededor, al saber que ya casi nadie quiere saber de D-os ni desee hacer lo bueno?.

     No hay nada más sorprendente en este cuadro, que entender que esta humanidad que permanece en la dureza de su corazón y le ha dado la espalda al Creador, ni siquiera considere las consecuencias de sus desatinos. No se imaginan, y la profecía bíblica así lo revela, que de pronto habrá una intervención divina que ordenará todas las cosas en la Tierra, y no justamente como los incrédulos quisieran y pensaran.

 

LA NATURALEZA TAMBIÉN AVISA

 

     Esta intervención está a las puertas pues incluso la naturaleza misma nos avisa: tormentas de nieve fuera de temporada, olas de calor nunca antes vistas, incendios forestales de enormes proporciones, super tormentas y huracanes. Aquí en México sufrimos un terremoto en septiembre de 1985 y en ese entonces gran parte de la población se sensibilizó y buscó a D-os en su dolor. Hoy la mayoría de los corazones se han endurecido a causa del pecado.

     Las multitudes dominadas por el pecado solo ven en la vida al becerro de oro y al hedonismo como valores únicos. Ignoran voluntariamente a D-os, por tanto nacer de nuevo para ver la realidad espiritual en el mundo les resulta una experiencia totalmente desconocida. La Biblia nos dice que solo podemos estar y permanecer bajo la gracia Divina naciendo de nuevo y obedeciendo al bautizo luego de arrepentirnos de nuestra vida de pecado. Muchas personas confunden la fe con rezos y ritos, y no desean cambiar, se sienten a gusto como son y están. Sin embargo sus pecados les enemistan con la santidad de D-os quien nos ha llamado a judíos y cristianos a ser santos, pues Él es santo (Lev 11:45).

 

SE REPETIRA LA EXPERIENCIA DE NOE

 

     Yeshua profetizó que a su retorno el mundo estaría como en los días de Noé y como en los de Lot ¿Acaso la condición de incredulidad e inmoralidad no son iguales o peores que en aquellos días? La diferencia en el juicio contra la impiedad es que entonces fue por medio de agua y esta vez será por fuego y la descripción de la profecía es para llenar de terror y miedo. Dice la Palabra de D-os: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche¦ los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2ª Pedro 3:10).

 

 

PERO AUN HAY GRACIA PARA SU PUEBLO

 

     Pero así como Noé halló gracia a los ojos de D-os, tú y yo, mi querida amiga, como también todas aquellas personas que crean enYeshua y se arrepientan de todo corazón y enderecen su vida (tomando la Biblia como manual) hemos hallado gracia delante de D-os por medio del Mesías. No padeceremos ese juicio, antes seremos puestos a salvo como en su momento sucedió con Noé y tiempo después con Lot.

     No obstante, no podemos ni debemos permanecer en egoísmo. Es nuestro deber compartir el mensaje Divino de la reconciliación, al judío primeramente ¿A poco no quieres que se salve tu familia, tus amistades, tus seres cercanos y con los que convives? La Escritura dice ¿y cómo creerán si no hay quien les predique?

    Nos resta a nosotras y a todo el pueblo del Señor mantenernos tomadas de Su mano que nos librará de la ira que se aproxima sobre todos los pueblos de la Tierra. Tenemos y tendremos presiones y problemas sin fin, pero como nos alienta la Escritura “muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará el Señor” (Sal 34:19).

 

EL EJEMPLO DE NOE

 

     Noé le creyó a D-os (y no era judío), le obedeció en todo, en circunstancias adversas y en medio de una sociedad incrédula e impía como la actual y su fe  le fue grata. Construyó el arca con las medidas que D-os le dio e hizo todo cuanto se le dijo, pasando entre sus vecinos y amigos como un fanático y lunático, cuando en realidad era el único cuerdo. El único que sobrevivió junto con su familia.

     Nosotras tenemos que construir simbólicamente una pequeña arca por medio de la fe en YESHUA para que nuestra familia y seres queridos encontremos salvación y refugio de la ira venidera, pues como nos advierte la Biblia son cosas para nuestro tiempo “a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1ª Cor 10:11).

 

    

    La promesa divina de protegernos del mal que se avecina debe de alentarnos queridas amigas y pedir que esta protección sea para todo Israel y los seres que amamos ¿No lo consideras así?: “Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero para probar a los que moran sobre la tierra” (Apocalipsis 3:10). Shalom.

    

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La rebbetzin Celia C. de Hernández es consejera espiritual de la AJMM.

Email: celiacornejoh@gmail.com