Ante la terrible situación que guarda el mundo y la conducta de la mayoría de la gente, obliga preguntarse si la humanidad todavía cree realmente en Dios. No se duda de que haya gente religiosa, la hay y siempre la habrá, de lo que estamos hablando es otra cosa, de si todavía hay personas que creen en D-os, que creen a su Palabra, viven conforme a ella, esperan en Él, y confían en sus promesas.

El religioso por lo general tiende a ser fanático e ignora las Sagradas Escrituras, de manera que su creencia no está sustentada en el mensaje divino, sino en tradiciones y en una fe ciega (por tanto, fanática y sin sustento), cuando el Señor nos pide una fe conforme a su mensaje revelado en la Biblia. Que si tomamos en cuenta el clima de impiedad imperante, resulta pertinente la pregunta que lanzara el propio Mesías YESHUA: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Luc 18:8).

Todo parece indicar que la respuesta es negativa ¿Por qué? La propia Escritura tiene la respues-ta. Cuando el Mesías retorne para poner orden en este mundo perdido en la maldad e impiedad, y posteriormente reinar, antes habrá dos grandes sucesos, tan impresionantes y trascedentes como los que leemos en la Biblia (El Diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra, el Exodo, etcétera). El primero, es nombrado como «El rapto o arrebatamiento», evento en el cual D-os envía a sus ángeles para que recojan a todos los verdaderos creyentes en El y en su hijo amado Yeshua (judíos y cristianos) antes de enjuiciar la maldad del mundo: “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta otro” (Mat 24:31), “Acordaos de la mujer de Lot. Todo el que procure salvar su vida, la perderá; y todo el que la pierda, la salvará. Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro dejado. Dos mujeres estarán moliendo en el molino juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado” (Luc 18:32-36).

El segundo, es el glorioso retorno de YESHUA HA MASHIACH (Jesús el Mesías): un retorno que tomará por sorpresa a todos los pueblos y gobiernos de la tierra, que aunque pretenderán levantarse contra Él para impedir su reinado eterno, serán derrotados de inmediato con su poder: “De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones,y él regirá con vara de hierro; y pisará el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso (El Shaddai). Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES” (Apocalipsis 19:15-16).

Yeshua compara los tiempos previos a su glorioso retorno a lo sucedido antes del Diluvio y de la destrucción de Sodoma y Gomorra. La Biblia narra que por 100 años el justo Noé predicó y exhortó a los hombres al arrepentimiento de sus pecados, a buscar a D-os de todo corazón. También narra que el patriarca Abraham trató de interceder ante el Señor para que no destruyera a aquellas ciudades impías y corrompidas, pero no hubo 10 justos siquiera entre sus moradores, por lo que las destruyó, aunque antes sacó a Lot y a su familia para luego ejecutar su justo juicio. ¿Vemos a nuestro alrededor una aldea global buscando a D-os, o dominada por la incredulidad y el pecado? Es tiempo de tomarnos de la mano paternal del Señor y aferrarnos a su gracia.