Rebbetzin Celia C. de Hernández

 «La paciencia de Dios no dura para siempre»

Yeshua dijo como advertencia para todos: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del hijo del hombre…” (Mat 24:37-39). En el texto que señalo se amplía su vaticinio, aunque deseo recalcar que con esta afirmación el Señor dio autenticidad al relato bíblico, y si lo dijo abiertamente es para anunciar la catástrofe que le espera al mundo por su impiedad; aunque de paso, como una advertencia para esos creyentes que tienen una ceguera espiritual color de rosa y dicen con ligereza: “Que todo está bien, que Dios es bueno, que Dios ama al pecador, y nos perdona a todos”. ¿En verdad la Biblia afirma tales cosas? Si la leyeran más y con mayor interés dejarían de hablar con tanta liviandad y desequilibrio doctrinal.

LA NATURALEZA DEL PECADO

El pecado siempre está activo, no se mantiene estático, rab Shaul siempre habla del “espíritu que mora en los hijos de desobediencia” (Efe 2:2), sus vidas lo corroboran, y como vemos a nuestro alrededor, el pecado va en aumento a pasos incontrolables (2 Tim 3:13). Después de la caída de Adán y Eva, el efecto fue una depravación total hasta causar que Caín matara a su hermano Abel. Este hermano asesino, fue padre de una sociedad que se alejó totalmente de Dios ¿Cómo ves tú a la sociedad actual…?

El otro día acompañé a mi esposo al cardiólogo y empezamos una charla y me dijo asombrado que “estamos viviendo una descomposición y un caos mundial”, y es cierto. Por esa desobe-diencia y maldad de Caín, se derrumbaron las barreras de amor fraternal entre él y su hermano y su maléfico pecado contaminó el linaje devoto de Set hasta nuestros tiempos (Gen 4:26).

En la Biblia leemos que el ritmo licencioso y malvado de la humanidad siguió creciendo hasta que la paciencia de Dios se agotó y dijo que: “La maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamien-tos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Gen 6:5). La maldad y la descomposición fueron de tal magnitud que el corazón de Dios se dolió ante la conducta de sus criaturas rebeldes (Gen 6.6).

LA MALDAD SIGUÓ CRECIENDO

No hay nada de sorprendente en el texto bíblico anterior si lo comparamos con este tiempo; si vemos a qué grado ha llegado la maldad en el presente. En los días de Noé la maldad era universal ¿ustedes creen que la maldad actual es regional o también es universal? Y aunque Noé construyó el Arca a la vista de todos, durante largos cien años, la Palabra nos dice que Noé vivió después del Diluvio otros 350 años y que el total de sus años vividos fueron 950 (Gen 9:29).

¡Qué horror vivir tanto tiempo en medio de una sociedad malvada y en decadencia, soportar todas sus maldades y agresiones! Las personas como Noé están siempre bajo la lupa y el escrutinio de las demás, y esto, humanamente las hace vivir bajo mucha presión y crítica. Este siglo presente promueve y está resuelto a que los creyentes se asemejen a ellos y vivan como ellos, detestan la fe verdadera y la integridad.

Hace un tiempo una amiga me pidió la acompañara a una iglesia y debo decir que aquello me sorprendió porque en realidad era un show, un simple espectáculo. Me asombré y dije “cantan hermoso, tienen voces hermosas”, para luego preguntarme ¿y todo esto glorifica a Dios, o es un engaño para llevar las almas al precipicio?

El mundo no es casi nunca lo que se ve en la superficie, lo cual nos obliga a escudriñar hasta encontrar la verdad. En ocasiones aparenta ser bueno, y a veces pareciera una poesía, pero repleta de mentiras, pues hablan siempre de lo suyo y sus filosofías son huecas, sutiles y contrarias a la Revelación divina (Biblia).

EL MILAGRO DE LA GRACIA

Noé halló gracia delante del Señor, y su gracia es suficiente para salvar al más vil pecador, a lo que el mundo menosprecia y para lo que el mundo considera una locura. Así como para sus vecinos Noé parecía un loco construyendo aquella enorme Arca y advirtiendo a los hombres que caerían lluvias torrenciales que inundarían la tierra, instándoles a arrepentirse de sus vidas malvadas; así también somos vistos los creyentes en todas las épocas ¿Cómo le iban a creer al pobre de Noé si nunca había llovido, si la experiencia de la lluvia no la conocían?

El acto de fe y obediencia de Noé es digno de imitar y ser tomado en cuenta por todos, aunque para muchos en el mundo les parezca una locura. Discúlpenme hermanas y amigos lectores por lo que diré a continuación, aquí en México, cuando Dios nos llamó a mi esposo y a mí a su servicio, jamás se había visto o escuchado algo como «JUDAÍSMO MESIÁNICO» así que por cuatro décadas nos hemos enfrentado a mucha oposición, incomprensión, incredulidad e ignorancia de las Escrituras. A un desconocimiento casi generalizado y falta de fe.

LA PROVISIÓN DE DIOS PARA LOS SUYOS

Para librar a Noé y a su familia de la catástrofe que se avecinaba, Dios le ordenó construir el Arca, le dijo cómo hacerla, le dio las medidas y características específicas. Noé siguió sus instrucciones, el gran Arquitecto del Universo le dijo al carpintero Noé cuáles debían ser las medidas y le instruyó en todo, así como nos sigue instruyendo a todos sus hijos en el camino de la fe. Nosotros tenemos, pues, la Palabra de Dios, que es la instrucción divina para librarnos de la muerte y la condenación eterna.

Tiempo después se le dijo a Lot “escapa por tu vida y no mires hacia atrás”. Ciertamente, mis queridas hermanas, dejando lo que queda atrás sigamos con paciencia la carrera que tenemos por delante “puestos los ojos en Yeshua, el autor y consumador de nuestra fe”. El nombre de Noé aparece en la epístola a los hebreos (11:7) como uno que por la fe condenó al mundo ¿En dónde estamos paradas queridas amigas? ¿En las promesas y Palabra del Señor; o en medio de este mundo completamente entenebrecido a causa de tanta maldad? Ya vimos que Noé fue hecho heredero de la justicia, y nosotras, ¿Qué que queremos heredar…? ¡Feliz Año 2024!