Rebetzin Celia Cornejo-Hernández

Por muchos años he escuchado a personas judías y cristianas hablar acerca del día del llamado «Día del Señor». Una fecha que de acuerdo a la Biblia será de juicio contra el pecado en todas las naciones, incluido por supuesto Israel, en el que por fin la justicia de D-os, que siempre llega a su debido tiempo, se aplicará de manera universal y sin distinción de razas, rangos, ni posiciones de ningún tipo.

Día en que los blasfemos y habladores serán confundidos y avergonzados, pues siempre condenaban a Dios por no intervenir en el mundo ante alguna injusticia, mientras ellos se rasgaban las vestiduras en total indignación y falsa santidad y justicia. Tiempo de juicio para todos los pueblos de la Tierra como ya dije en el primer párrafo, así lo anunció el Señor a través del profeta Malaquías: “¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar de pie cuando él se manifieste? ¨Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores” (3:2).

¿Acaso mis queridas hermanas y amigas no vemos como la maldad ha crecido en todos los niveles, edades, sociedades y países? Tenemos que considerar, que, si el Señor no viniera a enjuiciar el pecado colectivo, la humanidad se auto destruiría.

TIEMPO DE GRACIA Y SALVACIÓN PARA ISRAEL

No obstante, nunca debemos olvidar los atributos de Dios, entre los cuáles, su amor y su misericordia son y serán por siempre, y El expresa repetida-mente en la Biblia su amor para el pueblo judío; un amor que no depende de Israel, sino de Dios mismo, de lo contrario nos perderíamos todos.

A las naciones gentiles por dos mil años se les predicó el mensaje de salvación del Dios de Israel, así es como nació y creció el cristianismo, sin embargo, judíos y gentiles nos tenemos que someter y ajustar a los tiempos divinos, y la Biblia nos habla que el tiempo para su pueblo Israel ha llegado. Las profecías bíblicas expresan y explican todos estos tiempos y plazos establecidos en la sabiduría y tiempo de Dios.

En cuanto al trato divino para Israel, el Señor muestra que para su pueblo será ciertamente tiempo de gracia y salvación, pero para que esta salvación se manifieste, primero limpiará a su pueblo de sus pecados: “Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Adonai ofrenda en justicia” (Mal 3:3),

¿QUIÉN HABLA YA DE PECADOS EN EL MUNDO ACTUAL?

Prácticamente ya casi nadie, excepto Dios, al mundo se le olvida que Dios es santo y justo, por tanto, el pecado es inadmisible en su presencia y su justicia reclama por los pecados cometidos en su contra (por judíos y gentiles). Así que por una parte le hace saber a Israel su amor y salvación, pero al mismo tiempo, le anuncia que le limpiará de todos sus pecados.

Tal obra de gracia será a través de la obra redentora del Mesías YESHUA, quien pagó todos nuestros pecados en la Pascua del año 33, sin embargo, mis amigas y lector que te has interesado en este comentario, una cosa es el perdón redentor y salvífico del Señor, y otra, el arrepentimiento verda

dero de nuestros pecados, lo que implica un cambio absoluto de vida y conducta.

Por eso es que puse el sub titulito a mi reflexión, pues, ¿quién habla ya de pecado actualmente? Todas somos testigos de la maldad generalizada. En nuestro país en seis años asesinaron a un cuarto de millón de personas, el asesinato de mujeres no para, violaciones y esclavitud sexual son cosa de todos los días. Las mentes y conductas de gran parte de la sociedad son inmundas y reprobadas delante del Señor (y de su pueblo también).

¿Acaso no nos angustia y agobia tanta maldad y tanto peligro para nosotras y nuestras familias?

ADVERTENCIA PARA JUDÍOS Y CRISTIANOS DE VERDAD

Utilizo la frase “de verdad” porque como ustedes saben mis queridas amigas, son más las personas que se dicen “creyentes” que las que lo son en realidad. Por sus frutos los conoceréis, dijo el Señor, como también nos advirtió para que no cayéramos en la glotonería y el hedonismo, pues su retorno está cerca: “Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra, Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar de pie delante del Hijo del Hombre” (Luc 21:34-36).

¿Para qué quieren, pues, el Día del Señor algunas gentes cuyas vidas y testimonio son contrarias a la voluntad de Dios? La Palabra nos indica qué debemos de hacer y cómo debemos vivir ¿o no es así amigas?

Y SI EL JUSTO CON DIFICULTAD SE SALVA, ¿QUE DEL IMPÍO…?

Mi esposo insiste siempre en que debemos vivir en obediencia a la Palabra de Dios, y yo estoy de acuerdo. ¡Cuánto daño han hecho las doctrinas laxas que invitan a la mayoría a vivir una gracia sin compromiso, ni santidad delante del Señor, pues llegado el momento llorarán amargamente a causa de su extravío! Shimón (Pedro), lo dice con toda claridad: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen el evangelio de Dios? Y; Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?” (1ª Pedro 4:17-18)

CONTINUEMOS PIDIENDO POR LA SALVACIÓN DE TODO EL PUEBLO JUDÍO

Para concluir, mis queridas amigas y hermanas, conscientes de la situación espiritual que guarda el mundo entero, como también de la maldad, violencia y caos imperantes, oremos sin cesar ante el trono de Dios y pidámosle a través del Mesías Yeshua por la salvación de todo nuestro pueblo (y nuestras familias). Roguemos que en su amor, gracia y misericordia se revele a todo Israel y les rescate, pues como escribiera el profeta Jeremías: “Aun la cigüeña del cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y lagolondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Adonai” (8:7).

De acuerdo a las profecías bíblicas, el «Día del Señor» y el Retorno glorioso de Yeshua están cada vez más cerca. ¡Señor, acuérdate de nosotras, de nuestras familias, y de todo tu pueblo Israel y sálvanos, líbranos de tanta maldad y violencia que nos rodean, en el nombre de YESHUA ¡Amén!.

La rebbetzinCelia Cornejo-Hernández es conseje-ra espiritual de la AJMM