Elizabeth Hernández-Bellón

Queridos lectores, hoy quiero compartir con ustedes, esperando que como dicen las Escrituras todos tengamos un mismo sentir y pensar en el Señor. Una misma fe, una sola verdad, y sólo las Escrituras como guía.

En este tiempo puedo sentir y puedo ver, que tanto no creyentes como la mayoría de los creyentes, piensan, hacen, y tienen los mismos conceptos de la vida, llamando a lo malo bueno y a lo bueno malo; cuando los creyentes tenemos la verdad revelada en las Escrituras y bajo ellas tenemos que ver la vida y sus conceptos para nuestra guía; tenemos que ser luz,sal, mostrar amor por el pecador y odio por el pecado y llamar pecado a lo que las Escrituras llaman pecado. Nosotros tenemos que vivir como hijos de DIOS con otras reglas, ya que además de no pertenecer al mundo y a pesar de vivir en él, debemos influenciar al mundo hacia DIOS y no dejarnos influenciar por el mundo. Somos llamados a mostrar nuestras obras y quien es nuestro Padre.

La Kehilá (congregación/ekklesia) debe ser la novia, con vestido blanco y hermoso, con olor grato al Padre, debemos ser fervientes y llenos del celo por la Palabra y no fríos o tibios, estar cada momento listos a entregar cuentas de nuestras vidas y listos para presentar defensa de nuestra fe.

Hagamos un alto y vengamos a cuentas con nuestro DIOS, una introspección que nos permita ver cómo estamos delante de El. ¿Somos luz,sal, amamos a nuestro prójimo y nuestros enemigos, somos tibios, fríos, calientes, qué hemos hecho con nuestros talentos, los hemos guardado o puesto a trabajar para la obra de DIOS o para nuestro beneficio personal?

Reflexionemos por un momento y ver si el mundo quiere ser y quiere tener lo que nosotros les estamos mostrando; hoy es tiempo de responder a estas preguntas, y limpiar nuestros corazones, retomemos la palabra de DIOS y no hagamos alianza con el mundo, sus reglas y sus obras. Tomemos las Escrituras como nuestra única guía y dirección, busquemos el rostro de DIOS para que podamos recodar que sin santidad nadie le verá. Nadie!

Hagamos nuestras las palabras del apóstol Pablo (Rab Shaul) y digamos como el:“he corrido y he peleado, he cumplido”. ¿Lo estamos haciendo,  o después de muchos años de andar en la fe todavía necesitamos cambio de pañal y biberón para alimentarnos?

Queridos hermanos, veamos la vida de cada uno de los hombres de DIOS en las Escrituras y reflexionemos sobre sus vidas, carácter, decisiones, principio y fin. No los veamos como historias o cuentos, si no como hombres y mujeres como nosotros con las mismas pruebas, retos y tentaciones. Desde el inicio podemos ver a Noé, Abraham, José,Rut, Esther, Daniel, Job etcétera, y que decir de los del Nuevo Testamento: Mateo, Pedro, Pablo, Tito, Dorcas, Juan el Bautista. ¿Quépiensas, que fueron iguales desde que DIOS llego a sus vidas o fueron madurando y creciendo hasta ser los hombres y mujeres que DIOS quería cambiar y utilizar. Nuestro mesíasYESHUA fue su maestro, pero él dejo que practicaran sus enseñanzas y que vivieran una vida en base a las lecciones.

Nosotros tenemos lo mismo que ellos. Su Espíritu Santo sigue actuando en nosotros de la misma forma, entonces, qué nos falta para ir al mundo y revelarles de quien somos hijos y qué precio se pagó por nuestras almas. Hermano, cómo quieres terminar esta carreray qué cuentas quieres entregarle a tu Maestro. En cuál de sus enseñanzas te identificas: ¿con el rico, con Lázaro, con el hombre que guardo su talento, con el joven rico, con el que encontró la perla de gran precio y vendió todo lo que tenía, con la viuda pobre? En fin, creo que todavía hay tiempo si el personaje con el que te identificas ahora, no es el que Dios espera de ti.

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Dra. Elizabeth Hernández-Bellon

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