Como todos sabemos, cada uno de nosotros tenemos una ciudadanía, que implica deberes, obligaciones, pero también hay beneficios, cuidados y garantías. Sin embargo podemos ver y oír que actualmente hay muchas personas que no quieren su ciudadanía y que buscan otra, pues la actual condición de su ciudadanía no les otorga más que dolor y peligros, por lo que están buscando un lugar seguro donde poder vivir en paz, pero a pesar de querer esto no es suficiente, pues existen tramites que deben de cumplir si se quiere tener otra ciudadanía. En fin, creo que todos estamos familiarizados con este tema, pero la buena noticia es quecon DIOS, en el reino de los cielos, el trámite es instantáneo, gratuito, seguro, permanente y garantiza la eternidad.
Vamos a iniciar con el primer paso de esta nuestra ciudadanía como hijos de DIOS:
- Todos estábamos en la misma condición de no tener una ciudadanía eterna con garantías de salvación (con la caída en el huerto de Edén, todos fuimos expulsados de la presencia de DIOS, la comunión se rompió a causa del pecado).
- Todos vivíamos bajo las reglas y normas de un mundo caído y sin esperanzas.Sin embargo vino nuestro Mesías a dar su vida por nuestros pecados, en forma voluntaria y gratuita para todos, reconciliándonos con DIOS el Padre.
- Con la muerte y resurreccióndel Mesías hay perdón de pecados a través de su sangre, de su sacrificio expiatorio, sin embargo hay que aceptar que somos pecadores, arrepentirnos y creer que el Mesías siendo justo y santo, regaló su vida por amor y misericordia por todos (algo que no merecíamos), pues si hubiera aplicado la justicia ninguno hubiera obtenido tan grande salvación.
- Es entonces en el momento en que reconocemos nuestras culpas y aceptamos su perdón, que inicia el trámite de nuestra nueva ciudadanía. Una ciudadanía en la que tenemos que nacer de nuevo como Yeshua le dijo a Nicodemo:“Respondiendo Yeshua le dijo: De cierto de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de DIOS” (Juan 3:3) y aceptar que por gracia “somos salvos por medio de la fe y esto no de vosotros, pues es don de DIOS; no por obras para que nadie se gloríe”(Efesios 2:8-9); esto es un regalo no merecido, por lo tanto, nuestra gratitud a Dios debe ser de por vida, entender y aceptar que nadie puede pagar su salvación por más esfuerzos humanos que haga.
- El siguiente paso en este trámite es vestirte del nuevo hombre.Romanos 13:14 dice: “Sino vestíos del Señor Jesucristo. Y no proveáis a los deseos de la carne”y colosenses 3:9-10 advierte:“No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestíos del nuevo, el cual es conforme a la imagen del que lo creo se va renovando hasta el conocimiento pleno”.Lo que implica quitarte por completa tu antigua naturaleza en la que incluye tu forma de pensar y emplear por tanto una nueva forma de pensar en base a la palabra de DIOS:“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad” (Fil 4:8).Y en otro texto agrega: “Y no os conforméis a este mundo; mas transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de DIOS, agradable y perfecta” (Rom 12:2).Todo esto sería imposible sin el Espíritu Santo el cual recibimos de igual forma que la salvación, gratis e inmediatamente por medio del arrepentimiento y aceptación del sacrificio en la cruz.Una vez que somos aceptados como ciudadanos del Reino, tenemos que vivir con los derechos y obligaciones de nuestra nueva ciudadanía, así nos instruye la Biblia:“Estad siempre gozosos, orad sin cesar, Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de DIOS para con vosotros en Cristo Jesús, No apaguéis al espíritu, No menospreciéis las profecías, Examinando todo; retened lo bueno, absteneos de toda especie de mal, Y el mismo Dios de paz os santifiqué por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Yeshua HaMashiach, Fiel es el que os llama, el cual también lo hará” (1ª Tes 5:16-24).
- Y de los Beneficios ni qué decir, en primer lugar tenemos la seguridad de la vida eterna:“Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan3:15), aunque también nos asegura su amor, compañía, provisión y paz: “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,hasta el fin del mundo; Amen” (Mat 28:20).“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Juan 6:33);“Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz, En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo vencido al mundo” (Juan 16:33).
Las bendiciones de los ciudadanos del reino no tienen fin, pues DIOS es amor y su amor es perfecto y absolutamente confiable, cumplamos pues el requisito de ingreso al reino y gocemos de la plenitud de suamor.Si todavía eres inmigrante del mundo y estas inquieto y agobiado por tu ciudadanía, Yeshua te invita a su Reino de forma inmediata y gratuita; nunca más volverás a sentirte abandonado, sólo y con miedo al futuro,pues el Señor cumple, Eles el único creador y DIOS todopoderoso. No dudes ni tardes en decidir tu ciudadanía eterna, porque no sabemos el día que termina el plazo de nuestro peregrinaje terrenal y no querrás quedar fuera.
Dra. Elizabeth Hernàndez- Bellon
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