El pecado y la maldad aumentan día con día en el mundo. Para desgracia de todos, la mayoría no desea cambiar su conducta, la palabra pecado les molesta e irrita, confundiendo en su menta egoísta y hedonista libertad con libertinaje y amor con pasión. D-os es ajeno a sus vidas.

Desde la segunda mitad del siglo pasado los países del primer mundo, en lugar de reflexionar sobre las causas que les llevaron a la Segunda Guerra Mundial, a los campos de exterminio, a la muerte de más de 60 millones de personas, a la destrucción de sus pueblos y ciudades, lo cierto es que la mayoría de ellos se alejó de D-os y de lo que consideran ‘religión’, para entregarse sin reservas a los placeres y el materialismo ¿Con semejante cosmovisión podría tener el mundo un futuro promisorio?

Lo vimos en los años ’60 del siglo pasado. El rompimiento generacional trajo drogas, hippies, violencia, sexo sin frenos y demás. La cuestión es que en esta generación también se casaron y tuvieron hijos, lo cuales, a diferencia de sus padres que escucharon las enseñanzas judeocristianas, a ellos no les concedieron esa bendición, dejándolos espiritualmente en una desolación espantosa.

¿O cómo se podría considerar la situación de las generaciones actuales a las que D-os les resulta ajeno? Más de 100 mil norteamericanos mueren anualmente por causa de las drogas, un mundo en el que la pobreza y el hambre flagelan a miles de millones de personas, en el que un presidente con poder como Vladimir Putin es capaz de invadir a otro país (sin existir causa alguna) y matar y destruir con total impunidad, mundo en el que muchos hombres quieren ser mujeres y muchas mujeres quieren ser hombres despreciando el orden Divino de la creación, llevando en sí mismos el peso de sus pecados como advierte la Escritura, al ser dejados de D-os a su propia suerte: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios les entregó a una mente reprobada” (Rom 1:28).

Tan sólo por citar un ejemplo. El 27 de marzo (2023), una mujer que se hizo cirugías para convertirse en ‘hombre’, entró a una escuela cristiana en la ciudad de Nashville (de la que era exalumna) y asesinó a 3 niños, 2 maestros y 1 empleado. ¿Por qué determinó ir a una escuela donde los niños son enseñados en la Palabra de D-os y asesinar a esas personas? Queda claro que sus pecados le confrontaron, y en lugar de arrepentirse, quiso dañar a lo que en su conciencia redargüida le representaba la fe y la pureza. Su mente y espíritu corrompidos le llevaron a tal extremo.

Aunque habrá de decirse que gran parte de la prensa también es un reflejo de la sociedad misma pues en la nota presentaron a la asesina como “mujer trans”, cuando la realidad es que cortar o añadir genitales no cambian la realidad, solo la modifican exteriormente. Aquella mujer continuaba pensando como tal y no soportó su realidad asesinando a 6 inocentes. Si realmente se desea mejorar la condición del mundo, además de reconocer los pecados contra D-os, contra sí mismo(a) y contra la sociedad, debe decirse a las cosas por su nombre y evitar la justificación de la maldad. Lo políticamente correcto no siempre es así delante de D-os, de manera que ante esto, y como dijo el apóstol Shimón (Pedro) ante el sanedrín en Jerusalén: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29). Shalom. שלו ם