Lic. Yolanda Guzik
Queridos hermanos y amigos:los saludo deseando que tengan salud y paz. Estoy escribiendo estas líneas hoy 16 de marzo y espero que para cuando ustedes reciban esta publicación el tema del coronavirus ya haya pasado y todo esté volviendo a la normalidad, pero por lo pronto, al día de hoy, es el tema de conversación en todo el mundo y es algo que por lo menos momentáneamente ha cambiado nuestras vidas en menor o mayor medida.
Esta situación nos tomó a todos desprevenidos, no lo vimos venir, sin embargo Yeshua ya había hablado al respecto y en el evangelio de Mateo podemos leer: “…los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, cuando serán estas cosas y que señal habrá de tu venida…? Respondiendo Yeshua les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre diciendo: Yo soy el Mesías y a muchos engañaran. Y oiréis de guerras y de rumores de guerra; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aun no es el fin. Porque…habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.”(Mateo 24:4-8).
Si buscamos la palabra peste en el diccionario de la Real Academia Española dice así, “Peste: enfermedad contagiosa y grave que causa gran mortandad”. El coronavirus, además de ser una peste, es también una pandemia, una enfermedad que se ha propagado a nivel mundial, algo que nunca habíamos visto pues en otras épocas no existían las interconexiones de este mundo globalizado.
También es importante fijarnos en el texto, cuando dice: “Y todo esto será principio de dolores” ¿Por qué lo dijo así? Porque Yeshua compara su venida con una mujer que está en dolores de parto, esos dolores cada vez serán más intensos y frecuentes hasta que dé a luz a su hijo. Así será en el mundo hasta que Yeshua regrese y nazca el Reino Mesiánico que por tanto tiempo anhelamos.
Quiero que pongamos también atención a lo siguiente: “Mirad que no os turbéis”, ¿Y qué quiere decir esto? Quiere decir sencillamente que no tengamos miedo. Esa es la actitud que debemos tener como creyentes, sin miedo. Sí, con precauciones, Sí, cuidándonos, pero sin temor. Y claro que es muy fácil no tener miedo cuando todo va de maravilla, cuando nada malo nos acecha, pero el Señor quiere que también cuando todo se pone mal estemos en paz. Yeshua ya sabía que se vendrían tiempos difíciles sobre la humanidad, Él nos lo advirtió pero también nos dice que no tengamos miedo, al contrario, Él nos dice “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.” Y tu amigo lector, cómo te sientes, ¿tienes temor, tienes miedo de esta peste y de otras cosas que suceden en el país y en el mundo? Lo que yo puedo decirte desde mi experiencia personal es que confíes en el Señor, que le abras a Yeshua tu corazón para que experimentes esa paz que sobrepasa todo entendimiento. La paz es un regalo que Dios nos concede, sin embargo quiero que por un momento imagines que Dios te da ese regalo envuelto en una caja hermosa y tú extiendes tus manos y lo recibes, pero no le quitas la envoltura ni lo abres, no lo sacas, no lo usas. Para recibir los regalos de Dios tienes primero que abrirle tu corazón, hacerlo con fe y entregar tu vida a Yeshua y esas promesas que Él tiene para sus hijos podrás entonces experimentarlas. ¿Y cuáles son esas promesas? Pues en primer lugar la vida eterna, el perdón de todos nuestros pecados, y su paz entre muchas otras cosas. Al abrir al Mesías Yeshua nuestro corazón y entregarle por completo nuestra vida, habitaremos como dice el salmo, “al abrigo del Altísimo. Morarás bajo la sombra del Omnipotente. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro.” (Salmo 91:1-4). SHALOM.
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La revista CHALUTZIM es el órgano informativo de la «Alianza de Judíos Mesiánicos de México». Se publica trimestralmente desde el año 1992 y se envía de manera gratuita.
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