Alianza de Judíos Mesiánicos de México

Desde 1992

Organo Oficial No. 94, Verano, 2020-5780

¿Y SI DIOS TE PREGUNTARA, QUÉ RESPONDERÍAS?

Dra. Elizabeth Hernández-Bellon


Queridos hermanos, hoy quiero compartir con ustedes, lo que DIOS me ha mostrado a través de su Palabra; veo que nuestra naturaleza de continuo es preguntarle a DIOS cosas con estas palabras tan comunes: ¿porqué?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿porque a mí?, etcétera, y esperamos su respuesta y siempre la queremos favorable a nuestra peticióny de ser posible pronto.

   Sin embargo cuando vemos las preguntas que Yeshua nos hace en las Escrituras es totalmente diferente, pues Él conoce todas las respuestas, y su pregunta muchas veces es para que nosotros podamos ver nuestra propia condición, para crecer, reflexionar y afirmar nuestra fe. Así que como señalé en el título de mi reflexión, vamos a iniciar con la primera pregunta registrada en la Biblia, por lo que les pido que comiencen a responder a nuestro Mesías estas preguntas.

 

   1.-Mas Jehová Dios llamo al hombre, y le dijo;  ¿Dónde estás tú? (Gén 3:9).

Todos conocemos la historia, sabemos que Dios sabía donde estaba Adán, pero Él le preguntó, y el hombre respondió, “tuve miedo y me escondí, Dios le dijo ¿Has comido del árbol que yo te mande no comieses?”. Como sabemos, la respuesta clara de Adán fue algo así, -‘Tu, Dios, tienes la culpa, pues fue la mujer que tú me diste’.Adán sabía perfectamente donde vivía, con quien estaba y lo que DIOS le pedía, así que tenía plena claridad y conciencia de su situación, sin embargo se escondió al escuchar al Señor, pues estaba desnudo y sabía que había faltado a su orden. Si trasladásemos al día de hoy esta pregunta:¿DONDE ESTAS TU? Cuál sería nuestra respuesta: ¿en el huerto, en la presencia de DIOS en comunión con Él?, ¿o escondido y desnudo?

 

   2.-La siguiente pregunta es:Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?(Mat 16:15).Esta pregunta es clave para entender la condición de nuestra vida espiritual, de nuestra relación personal con el Señor, y la respuesta depende simplemente de nuestra forma de vivir y actuar, y solo podemos tener dos repuestas correctas. La que tuvo Pedro: “Tu eres el Mesías, el hijo del Dios viviente” (Mat 16:16), ola de Tomás:“Señor mío y Dios mío” (Juan 20:28).

   Pero si respondemos lo que la multitud pensaba de quién era Yeshua:“unos creían que Juan el bautista, otros Elías, Jeremías, o algún otro de los profetas”, (Mat 16:14), lo cierto es que tendríamos que plantearnos de nuevo la primera pregunta; ‘Mas Jehová Dios llamo al hombre, y le dijo;  ¿Dónde estás tú?’

   3.-Siguiente: Y todo lo que pidieres en oración, creyendo, lo recibiréis (Mat 21:22). En este versículo podemos ver un Mesías que asegura que lo que pidas recibirás, sin embargo, la realidad es que esta afirmación de Yeshua es en base a las Escrituras, considerando la soberanía de DIOS y su voluntad, conceptos que por lo general pasamos por alto. Es por eso que él nos enseñó a orar y nos puso el ejemplo de  cómo orar y porqué pedir.

Debemos entonces que entender que la sumisión a la voluntad de DIOS es el cumplimiento perfecto de nuestra oración. Mucha gente le pedía al Mesías un milagro, una curación, una comida, pero Yeshua estaba interesado en salvar sus vidas, en cambio la gente en realidad quería un mago, quería cosas, deseos cumplidos, etcétera. No  creían en Él y en lo que Él podía y deseaba hacer en sus vidas. No les interesaba, su visión era puramente terrenal.

Y ya que hablamos de preguntas: ¿Cuál es tu condición espiritual, tu relación con DIOS?, ¿crees en lo que Él te puede dar, crees en lo que Él es, y lo que puede hacer en tu vida?

 

4.-¿Quieres ser sano…?(Juan 5:6), le pregunta Yeshua a un hombre enfermo ¿qué clase de pregunta es esta? El texto bíblico nos narra de un hombre paralitico por 38 años, el hombre estaba conscientede su enfermedad y situación y estaba esperando que alguien lo metiera al estanque para recibir un milagro (y ser sanado); sin embargo entendemos por el texto que Yeshua quería que el hombre tuviera conciencia de lo querealmente quería, pues cuando nos quejamos con DIOS de nuestras circunstancias, con frecuencia le damos excusas de por qué estamos en el mismo lugar,tanto en lo espiritual como lo emocional, año con año, sin cambio alguno;como este paralitico, quien le dijo al Mesías:“no tengo quien me meta al estanque…, y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo” (5:7).

Si Yeshua te preguntara: ¿quieres ser sano?,  ¿quieres avanzar espiritual y emocionalmente?, ¿quieres rendir tu vida a DIOS y Él sea tu todo y en toda circunstancia?, ¿o quieres seguir en el mismo lugar de siempre? En caso de no haber nunca entregado tu vida al Mesías, la respuesta debería ser: ¡Señor, abre mis ojos para verte y conocer quién eres, abre mis oídos para escuchar tu voz, sana mis piernas para seguirte, y cura mi corazón pecador para que pueda amarte.

 

5.-¿Por qué teméis, hombres de poca fe?(Mat 8:26).A esta pregunta solo podemos darle una respuesta,  miedo, el cual deberíamos tener solo en caso de que Yeshua no estuviera con nosotros o desconfiáramos de él.

   En este pasaje vemos que los que temían eran los suyos, los más cercanos (los apóstoles) y estaban en la barca con Él; situación que aplicada a nuestras vidas, recordemos que Él prometió estar con nosotros y no dejarnos; así queen nuestro viaje terrenal (como si fuéramos en la barca), estemos confiados de que ni el viento ni el mar nos dañaran, pues Él hace bonanza para nosotros y nos llevará seguros hasta nuestro destino final.

 

6.-¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Mat 14:31). Si leemos o recordamos esta historia, el mismo Yeshua les había ordenado que fueran a la barca a la otra ribera, ellos obedecieron su orden, pero como el viento era contrario y la barca era azotada por las olas, ellos se llenan demiedo. El demuestra su poder caminando sobre el mar para rescatarles y darles ánimo. Es sabido que Pedro en un arranque emotivo le pide que le invite a caminar como él sobre las aguas, petición que Yeshua le concede, pero al analizar humanamente el milagro que estaba sucediendo Pedro se hunde y llena de pavor, y allí nace la pregunta “¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”,pero no solo Pedro dudó y tuvo miedo al viento y la tempestad, sus compañeros también estaban atemorizados y su fe flaqueó. Y tú,¿Qué has visto, qué has oído que Yeshua ha dicho y hecho, en el pasado y en el presente, por quésigues dudando?

 

7.-¿Queréis acaso iros también vosotros? (Juan 6:67). En este pasaje podemos ver que muchos de sus discípulosle dijeron ‘dura es esta palabra, quien la puede oír y murmuraban’, Yeshua les preguntó si les ofendía y les dijo además que había algunos que no creían, por lo que muchos volvieron atrás, por eso, inesperadamente y para dejarnos una enseñanza pregunta a los doce:“¿queréis acaso iros también vosotros?”Ante semejante confrontación de fe y amor, qué piensas querido hermano, te ofenden las palabras de tu Mesías, son duras para oír, o tu respuesta es la de Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68).

 

8.-¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?(Luc 10:26). Podemos ver que un hombre, interprete de la ley, hace una pregunta al Mesías, sin embargo, Yeshua le respondecon dos preguntas para llevarley confrontarle con su propia bancarrota espiritual, pues él como intérprete de la ley conocía la Escritura, cosa que no es rara, pues caracteriza a todos los hombres de todos los tiempos que conocen la Biblia. Nosotros decimos conocer, leer, e interpretar correctamente la Biblia.La cuestión es que sin conocimiento de quien es realmente DIOS, de aceptar nuestra condición caída a causa del pecado y habernos arrepentido creyendo en Yeshua como nuestro Mesías y Salvador, no podríamos ni entender, ni leer las Escrituras correctamente.Yeshua siempre nos remite a la única fuente que puede responder a nuestras preguntas, y solo son las Escrituras, asegurémonos de leer lo escrito y leerlo bajo la guía del Espíritu. Y no andar inventando o interpretando cosas que la Biblia no dice.

 

9.-Simón, hijo de Jonás,  ¿me amas más que éstos?(Juan 21:15). Yeshua no le pregunto una, sino tres veces si lo amaba, y esto no era más que una clara pregunta y respuesta de afirmación para Pedro mismo acerca  de su corazón para con DIOS, el grado de obediencia y responsabilidad de si verdaderamente amaba a su maestro. Hoy hagámonos esta pregunta ¿lo amas?, ¿más que a qué o a quién?, o, ¿todavía hay más amor, entrega y pasión por algo más que no sea tu Mesías? La respuesta puede resultar un espejo que nos ayude a responder correctamente al amor de Dios.

 

10.-¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón?(Marcos 8:17). En este pasaje vemos a Yeshua haciéndoles varias preguntas a los suyos, ¿Que discuten?, ¿no entienden, no comprenden?, ¿aún esta endurecido su corazón?, Luego agrega a su cuestionamiento “¿tienen ojos y no ven, oídos y no oyen, y no recuerdan?”,(v:18). Podemos imaginar a Yeshua después de que ellos le habían visto sanar enfermos, alimentar multitudes, haber oído su enseñanza y visto el testimonio de sus obras y  aun así preguntaban y discutían de lo que Él claramente ya les había mostrado, por lo que les cuestiona: “¿aun tenéis endurecido vuestro corazón?”Querido hermano, ¿aun esta endurecido tu corazón, no recuerdas el perdón de Yeshua en la cruz de todos tus pecados?, ¿no ves sus manos obrando en tu mente y en tu corazón?, ¿no escuchas su Espíritu diciendo te compré y pagué tu precio de salvación con mi propia vida?, ¿no recuerdas que Él te dijo que eres suyo? Espero que a pesar de la situación actual del mundo, no continuemos con el corazón endurecido, pues estaríamos, no ciegos o sordos, si no MUERTOS. Para finalizar: ¿qué preguntas de las que has leído no has podido responder a tu Mesías?: Todavía hay tiempo para enmendar de ser el caso, da el paso de fe y reconcíliate con YESHUA, pídele que su amor y gracia te sostengan siempre. SHALOM.


 

Dra. Elizabeth Hernández-Bellon es miembro de la AJMM.

    Email: liz@eljardindeliz.com



La revista CHALUTZIM es el órgano informativo de la «Alianza de Judíos Mesiánicos de México». Se publica trimestralmente desde el año 1992 y se envía de manera gratuita.
 
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