Rebbetzin Celia C. de Hernández
    Cuando uno se detiene y considera las consecuencias de no buscar a Dios, de dar la espalda a su amor, verdad y justicia. Cuando vemos a personas que amamos metidas en sus razonamientos erróneos y que ni siquiera piensan en Dios, ni en la eternidad y consecuencias de sus actos, en verdad que nos angustiamos.
      Su insensibilidad espiritual les ciega absolutamente al punto de no entender su condición pecaminosa delante de Dios, de no entender que de no arrepentirse eternamente se perderÃan. VivirÃan para siempre apartados de Dios, lo cual ya es un infierno (que muchos niegan su existencia, aunque la Biblia afirma y advierte lo contrario).
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CONSECUENCIAS DE VIVIR EN EL PECADO
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      No podemos pasar por alto que el vivir constantemente pecando y ofendiendo a Dios ocasionará en la mente de la persona una fatal situación, de hecho la trastornará tarde o temprano. Su entendimiento se entenebrecerá y su mente iniciará una batalla contra la santidad de Dios que reprueba sus malas acciones. El pecador rebelde no puede someterse a la ley de Dios y a su señorÃo (Rom 8:7, Efe 4:8). Dice también otro texto: âQue andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazónâ (Efe 4:17-18)
      En la 2ª EpÃstola a los corintios, rab Shaul describe la ceguera espiritual e intelectual que afecta a todos aquellos que rechazan el amor de Dios y su Palabra como norma de conducta para sus vidas, sumiéndose dÃa con dÃa en la impiedad (e internamente en la infelicidad y el caos, aunque aparenten otra cosa).
      El texto bÃblico lo dice de la siguiente manera: âPero si nuestro Evangelio âes decir, las Buenas Nuevas- está encubierto, entre los que se pierden está encubierto, entre los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria del MesÃas, el cual es la imagen de Diosâ (4:3-4).
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TODO INICIA EN LA MENTE
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      Cada acción buena o mala comienza con un pensamiento. Las percepciones y actitudes pasan por la mente y tanto nuestra vida presente como nuestro futuro eterno dependen de quién controla nuestra mente e intelecto. Las Escrituras dicen que «Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él» (Prov 23:7) y quien se somete al señorÃo de Satanás tendrá su mente y su entendimiento entenebrecido por lo que sus razonamientos se darán en el reino de la confusión y las tinieblas espirituales, en el reino del pecado.
      Cuando el MesÃas Yeshua lloró a las puertas de Jerusalén ya casi al final de su ministerio y obra redentora, por eso dijo conmovido:
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      Lamentablemente la suerte corrida por Jerusalén 37 años después (año 70) es un escenario trágico y común en nuestros dÃas, sucede con los pueblos como también con las personas que dan la espalda a Dios y viven sumidos en el pecado como si no hubiera un Dios justo que a su tiempo pone orden.
      La frase dicha por Yeshua se aplica ajustadamente para aquellas almas cuya mente rechaza a Dios «â¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu dÃa, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos».
     Cuántas veces D-os llama y ofrece su amor al ser humano tocando al corazón de nuestros hermanos, sobrinos, tÃos, yernos, nueras, vecinos, etcétera, sin embargo la soberbia no les permite oÃr la voz del Señor, como tampoco ver el tiempo de la visitación Divina. Dañados gravemente por sus pecados están afectados al punto que no distinguen que su relación con D-os está destruida, rota a causa de su propia rebelión espiritual.
      Lo peor es cuando el diablo les engaña y envuelve con una religiosidad falsa e hipócrita haciéndoles creer que âtodo está bien, que Dios los ama, perdona y que al fin de cuentas son vÃctimas de sus circunstanciasâ. No se dan cuenta que su condición espiritual caÃda âcomo consecuencia de vivir bajo el dominio del pecado- está afectada en su totalidad. Su espÃritu, su alma y su cuerpo están sucios delante del Dios santo y el único que puede limpiarlos y reconciliarlos con el Padre es Yeshua, pero para ello tendrÃan que arrepentirse de todo corazón y estar dispuestos a enderezar su vida.
    Y mientras esto no suceda todo lo contaminan y profanan, aún las cosas que dicen âamarâ (esposo(a), hijos, familia, amistades, etcétera). Por donde van pasando van dejando una estela de daño y dolor.
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NO PUEDEN ENTENDER LA BIBLIA
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      La Biblia es un libro cerrado para las personas en esta condición, y es que su corazón y oÃdos se vuelven insensibles. Su egoÃsmo les produce un caparazón que les aÃsla espiritualmente de la verdadera vida, por lo que los valores morales que nos enseña el amor de Dios (emanados de la Escritura) que son nuestra norma de fe y conducta, en su caso son rechazados. De hecho aunque pretendieran ponerlos por obra no podrÃan, serÃa tanto como girar cheques sin fondos o sacar agua potable de un estanque sucio y cenagoso. Han caÃdo en el sistema mundano corrompido cuyos âvaloresâ son contrarios a los divinos, regidos como todas sabemos por el egoÃsmo, el narcisismo, la soberbia, el sexo ilÃcito (la Biblia establece claramente cuál es el sexo lÃcito), la violencia y demás expresiones de la conducta en la que el hombre se ha entronizado en lugar de Dios.
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LA MENTE ENTENEBRECIDA DEL PECADOR CONSUMADO
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      La mente del pecador está ciega en cuanto a su responsabilidad delante de Dios y de su prójimo. No comprende la grandeza del Ser de Dios, su mente reprobada ha caÃdo a tal situación que juega con sus pensamientos engañándole y haciéndole creer âque Dios no se interesa en los asuntos de la familia, de la sociedad, que el pecado realmente no tiene la importancia que los lÃderes religiosos (rabinos, pastores y sacerdotes) aseguran tieneâ. Su mente entenebrecida por la maldad le engaña y dice que en realidad no peca, que se trata de âerroresâ de conducta. Si la persona comete graves pecados y daña a gente inocente que vive a su alrededor pero no se arrepiente, es lógico que no buscará la ayuda espiritual, en todo caso buscará la ayuda del psicólogo y en vez de pedir perdón y restituir a los agraviados, actuará con la insensatez y frialdad de quien ha tumbado apenas un puesto callejero.
      Como en tiempos del profeta Ezequiel, estos pecadores curtidos piensan que Dios es ajeno a cuanto sucede en la Tierra «Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y la casa de Judá es grande sobremanera, pues la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversidad; porque han dicho: Ha abandonado Adonai la tierra, y Adonai no ve» (Eze 9:9).
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LA MENTE DEL HOMBRE SIN DIOS
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      El hombre alejado o en rebelión contra Dios ignora su voluntad y propósitos eternos. Ignora voluntariamente que la historia de la humanidad descubre tanto el propósito eterno del Creador como los del hombre caÃdo y sus resultados. Para estas mentes dominadas por sus pasiones y criterios egoÃstas todo cuanto tocan lo contaminan, por esto es que vemos en la actualidad que lo más preciado que puede haber que es la familia, los hijos, el matrimonio (los votos prometidos delante de Dios) son eliminados como nada. El yo es lo único que importa para ellos ¿No es acaso el divorcio y la multitud de hijos vÃctimas de los hombres y mujeres sin Dios?. Y para que ocurran estas cosas basta con que uno de los cónyuges actúe con impiedad, que de ser ambos, la situación se agrava de sobremanera.
      Espiritualmente son esclavos de las tinieblas a causa del odio, la envidia, la soberbia, la codicia, las pasiones, la violencia y demás pecados que les dominan y atormentan. Internamente son infelices y desean cobrar esa infelicidad a cuantos les rodean cometiendo injusticias de todo tipo que ofenden la santidad de Dios y provocan su ira, lastimando también a muchas personas inocentes.
    Son incapaces además de hacer juicios de valor correctos. «A lo malo dicen bueno y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo» (IsaÃas 5:20), lo cual Dios reprueba e internamente les hace cada dÃa ser más miserables.
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LA MENTE DEL CREYENTE
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     El verdadero creyente sin embargo vive en un reino instaurado por el MesÃas en los corazones de judÃos y cristianos. En este reino nos regimos por valores divinos y vivimos conforme a la Palabra revelada, la cual nos dice que renovemos nuestra mente (Rom 12:2).
      Los creyentes vivimos con los pies en la tierra pero nuestra vida espiritual se vive y rige en el reino de los cielos, nutrida por las palabras inspiradas de Patriarcas y Profetas, ratificadas en perfección por el MesÃas Yeshua y demás textos del Bârit Chadashá (N.T.). Y aunque muchas ocasiones las mentes entenebrecidas de los impÃos nos dañan con sus acciones y embates, la gracia del Señor nos sostiene por medio de su amor fortaleciéndonos con su EspÃritu y Palabra, trayéndonos a la mente el texto adecuado para soportar la prueba y curando nuestras heridas siempre con el bálsamo de su amor.
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HAY ESPERANZA PARA EL PECADOR QUE SE ARREPIENTE
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      Una reflexión final, es que Dios mantiene su posición de gracia para los pecadores dispuestos a arrepentirse, que hastiados de su vida sin sentido se han dado cuenta que lo que el mundo le ofreció es falso, carente de propósito eterno y ausente de toda paz. Sólo el shalom de Dios que es la perfecta y verdadera paz puede dar reposo al corazón del pecador inquieto en su búsqueda existencial.
      La Biblia dice que «Dios no desea la muerte del pecador, sino que se arrepienta y viva» (2 Pedro 3:9). Quiera Dios mis queridas hermanas y amigas, que este artÃculo sea leÃdo por personas que en esta situación deseen un cambio verdadero, que hastiadas de su vida vacÃa anhelen de todo corazón arrepentirse y entregarse a Yeshua (Jesús), pues al dar ese gran paso de fe además de recibir tan grande salvación que el MesÃas vino a darnos a precio de su propia sangre (a semejanza del cordero pascual), obtendrán la paz que nunca han tenido y con ello la alegrÃa y sentido de vivir.
      Cómo deseo que también nosotras nos afirmemos en la gracia y oremos para que nuestras familias sean protegidas por el Señor en este tiempo de tanta impiedad ¡Amén!
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La rebbetzin Celia C. de Hernández, es consejera espiritual de la AJMM
E-mail: celiah51@hotmail.com
La revista CHALUTZIM es el órgano informativo de la «Alianza de Judíos Mesiánicos de México». Se publica trimestralmente desde el año 1992 y se envía de manera gratuita.
Director: Mtro. Manuel Hernández Gómez
Sub-directora: Myriam Levy-Chernoff