Myriam Levy S.

Hay de soledad a soledad. Generalmente cuando se le menciona, nos limitamos prácticamente a nuestro entorno físico, cuando la realidad es que abarca mucho más que esto. ¿A quién le gusta la soledad? Siendo sinceros, la respuesta es que “como gusto, no nos gusta”.

Tan es así, que evitamos hasta mencionarla, especialmente en nuestra actual generación, donde entre “más amigos se tenga y más popular seamos más exitosos seremos” esto es lo que en nuestra sociedad escuchamos frecuentemente.

Por eso es que titulé este artículo “Perfiles de la soledad” ya que hay cosas favorables y desfavorables que vamos a analizar con relación a este tema.

EN COMPAÑÍA¦ ¡PERO SOLOS!

Creo que una de las soledades que más “pesa” es cuando estamos acompañados físicamente, pero solos. Esto sucede cuando las personas que están muy cercanas físicamente a nuestro entorno, las tenemos muy lejanas de nuestra visión y perspectiva de vida. Se tiene diálogo, se convive cotidianamente, se hacen proyectos juntos, pero con muchas limitantes y discordancias discretas, que concluyen en ¡una soledad con compañía!

Pareciera ser un contrasentido, pero sí lo tiene, incluso más allá de lo que nos podemos imaginar ¿Cuántas veces no sucede esto en un matrimonio? ¿Con los hijos? ¿Con los padres? ¿Con los amigos? En realidad esta experiencia es desoladora, si te encuentras pasando por esto, te aliento a que te aferres al amor de D-os, El te dará las fuerzas para seguir adelante y seguramente en un futuro cercano tus circunstancias cambiarán.

EGOÍSMO: CAUSANTE DE SOLEDAD

Sabemos que la soledad puede llegar de manera involuntaria, como pudiera ser la circunstancial en varios ámbitos, como lo es física, emocional, intelectual, familiar, laboral, etcétera. Cada vez es más frecuente verlo en nuestro entorno, siendo el principal causante de esta tragedia el horripilante egoísmo, que hace al ser humano indiferente a todo lo que sea ajeno a su persona y su bienestar.

Hoy más que nunca hace falta demostrarnos el amor fraternal, estamos enfrentando cada uno de nosotros muchos retos en diferentes aspectos de nuestra vida, que si a esto le sumamos caminar cada quién por su brecha individualista de seguro nos alejaremos más uno de los otros, aumentando así un entorno solitario, un paraje inhóspito como el que David describe: “Soy semejante al pelícano del desierto; soy como el búho de las soledades; velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado” (Salmo 102:6,7).

Por esta razón cada vez es más difícil encontrar quien enjugue las lágrimas, aliente corazones, sane las heridas, escuche los lamentos, comparta las alegrías, pero mucho ojo, si solamente se quiere recibir todo esto, no estamos en la actitud correcta; es necesario también proporcionar de nuestra parte lo que tanto anhelamos recibir de otros.

¿ES NECESARIA LA SOLEDAD?

“La soledad es gemela del silencio y también el silencio te educa,

porque el encerrarte dentro de él como en una esfera de oro,

se afina tu espíritu” (Ramón López Velarde)

Sí, es necesaria, pero solo en ciertos momentos de nuestra vida, y lo mejor es afrontarla con sabiduría, ya que de lo contrario pudiera ser devastadora. Cuando leemos en la Biblia casos donde vemos que se acude a la soledad, era siempre con un propósito benéfico. Vamos a ver algunos ejemplos:

Soledad para Meditar: “Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde” (Génesis 24:63). Isaac buscó un lugar y hora propicios para meditar, si viviera en esta época, hubiera buscado un lugar tranquilo, que nadie lo interrumpiera, sin teléfono, computadora, ni otros distractores.

La mejor meditación es analizar nuestra vida conforme a los caminos y la voluntad de D-os, el Rey David llegó a aprenderlo y nos lo trasmitió: “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti Oh Señor, roca mía, y redentor mío” (Salmo 134:14).

Soledad para Orar: Es muy frecuente ver a Yeshua buscando la soledad para orar: “Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí” (Mateo 14:23). Es de gran importancia que nosotros hagamos lo mismo, dedicar tiempo a solas con D-os en oración de manera cotidiana. Pero es muy distinto a la soledad de que hemos estado refiriéndonos.

COMUNICACIÓN, RETROALIMENTACIÓN

E INDIFERENCIA

Una de las cosas más sorprendentes en la comunicación es la falta de diálogo, retroalimentación y la indiferencia para fomentarla. Es muy importante que cada uno de nosotros pongamos “nuestro granito de arena” para mejorar en este sentido en todas las esferas sociales donde nos sea posible hacerlo.

En las redes sociales nos podemos dar cuenta que la mayoría busca imágenes y muy pocos son los que leen los artículos de interés (muchos de ellos muy interesantes) y por consecuencia cada vez son más escasos los comentarios para los autores, que también ellos esperan saber que opinan sus lectores (agrandando con el silencio la brecha que lleva a la soledad).

En lo particular yo me desespero al ver que casi no se comentan los temas trascendentales, que el conformismo conduce a la mayoría a la inercia de un insignificante “me gusta”. Bueno, esto no es nada más que el reflejo de la austera comunicación a la que hemos llegado, y esto nos lleva de la mano a una sociedad extremadamente individualista, sin lazos de interés para interactuar con los demás.

Es necesario que renunciemos al egoísmo que está anidado en los corazones (en la Biblia se le considera pecado). En la medida que trabajemos más en esta área de nuestra vida y dejemos que su amor se manifieste, es que en realidad llevaremos el mensaje de Yeshua, acompañado de nuestras acciones para bendición de muchas almas solitarias, almas que sufren casi siempre en silencio.

El mejor antídoto contra la soledad dañina, es el amor, el amor es el que nos va a sostener día a día, el amor a D-os y a nuestro prójimo ¡Shalom!

“Sobre todo, sed fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud de pecados” (1 Pedro 4:8)

¡Nos vemos en “Mashiach 2014”¡ (16-20 Julio, Puerto Vallarta, Jal.)

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Myriam Levy es Vicepresidenta de la AJMM y Vicepresidenta de la IMJA

email: mlevys@hotmail.com