Alianza de Judíos Mesiánicos de México

Desde 1992

Organo Oficial No. 75, Invierno, 2015-5775

MEDITANDO EN LA SINAGOGA
EL MESIAS
El mayor de los profetas de Israel

Rabino Manuel Hernández G.


     Aquellos que no han leído la Biblia (que son mayoría entre judíos y cristianos), tienen un concepto vago e impreciso y en no pocos casos equivocado acerca del Mesías. Los primeros asocian al personaje con la tradición judía, sin que necesariamente crean en él o lo esperen como muestran y advierten las Escrituras. En tanto que entre los segundos la idea por lo general es imprecisa, pues ni siquiera comprenden la importancia y papel del Mesías en la fe que dicen profesar.

La cuestión es que con conocimiento o sin él, el Mesías es el personaje más importante en la historia de la Humanidad, por cuanto en Él se define el rescate y eternidad del pueblo de D-os (integrado por judíos y cristianos). Como también el juicio para quienes se han rebelado contra el Creador o han decidido rechazar su amor. No hay términos medios. ¡Con Él o contra Él!

Entre los roles que el Mesías de Israel tenía que cumplir conforme a las profecías del Tanaj, los principales son: «Sacerdote, Profeta y Rey». El primero, Mesías Sacerdote, lo cumplió cabalmente al asumir el nuevo orden de Malki-Tzedec que la Escritura anunciaba (Salmo 110:4), ofreciéndose a sí mismo como víctima inocente y propiciatoria para reconciliación del hombre caído con D-os, cargando en la cruz del Calvario en Jerusalén los pecados de todos los hombres de todos los tiempos (lo cual no significa que todos se van a salvar; sino que su sacrificio satisfizo en plenitud la santidad y justicia divinas ofendidas por el pecado humano).
Entrar en pacto con el D-os significa creerle y creer en el Mesías por él enviado; aceptar su amor y gracia a través de su sacrificio redentor. Para que tal cosa fuese posible se requería del nuevo sacerdocio del Mesías que supliera al de los cohaniím. Un solo sacrificio y para siempre.

•"Porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste (Yeshua), con el juramento del que se dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Malki-Tzedec (Melquisedec). Por tanto, Yeshua es hecho fiador de un mejor pacto.
Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable" (Heb 7:21-24).

     Como "Mesías Rey" (de Israel) desde hace 2000 años comenzó a reinar en los corazones de judíos y cristianos que le han rendido su vida, que han esperado su retorno glorioso a la ciudad de Jerusalén donde reinará, según lo anuncian los neviím: con poder y gloria sobre Israel y todas las naciones de la Tierra. Eso es lo que enseñan y anuncian las Escrituras (Zejaryah-Zacarías 14:1-5), pero que la tradición calla o desconoce.

La cuestión es que al "Mesías Profeta" no se le ha concedido la debida importancia. En primer término habremos de entender que como todos los profetas del Tanaj, Yeshua le señala al pueblo su condición espiritual delante de D-os. La necesidad de reconocer su desnudez pecaminosa ante el Creador, su ausencia de méritos y exceso de conceptos erróneos que habían aprendido, exhortándoles a reencauzar la fe judía al camino correcto (bíblico). A una renovada interpretación que en su persona culminaba la espera de tantos siglos.

En el llamado «sermón del monte» leemos, su manera sabia y autoritativa de reencauzar la fe a la ortodoxia original (Matatiyahu-Mateo caps. 5 al 7). Una y otra vez encontramos la afirmación: "¡Oísteis que fue dicho, pero yo os digo!", intentando hacer volver a Israel al camino trazado por D-os.

Como profeta de Israel, el más insigne de todos, realiza una serie de vaticinios relacionados con su glorioso retorno y las condiciones existentes, que de ser más juiciosos, las naciones ya hubieran hecho un alto en su alocada carrera de incredulidad, materialismo, maldad y ambiciones desmedidas, puesto que más pronto que tarde se toparán con el poderoso Rey de Israel (con altísimas consecuencias en todos los órdenes).
Pero, ¿Qué le parece si repasamos algunos de los textos proféticos del Mesías:

INCREDULIDAD GENERALIZADA: "Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre" (Mat 24:37-39).


Noé predicó a su generación durante un siglo pero no le creyeron. No descubrimos nada al afirmar que el mundo actual vive también dominado por la incredulidad, que si en algunos casos se disfraza de religiosidad social, al fin y al cabo es incredulidad. Creer en D-os es un absoluto, una entrega. Es vivir con una cosmovisión sustentada en la Biblia, cosa que es ajena e incluso repudiada por el mundo.

El sociólogo Lipovetsky pinta un cuadro descarnado y cínico de los incrédulos europeos: "Dios ha muerto, las grandes finalidades se apagan, pero a nadie le importa un bledo, ésta es la alegre novedad" (La era del vacío, pág. 36)

Umberto Eco escribe que las nuevas generaciones •a las que califica de enanos intelectuales en comparación a las anteriores• al no tener en cuenta la fe, se acercan al cumplimiento profético sin haberse subido a los hombros de los gigantes: "Se avanza hacia la parusía final, pero esta se convierte en el punto terminal ideal de una historia que se contempla en positivo. Los enanos se convierten en símbolo de esta marcha" (A paso de cangrejo, pág. 374).

Dicho en otras palabras: la religión en el siglo XXI es mal vista por ateos confesos y no confesos. Es tal el rechazo a la religión que en su torpeza no distinguen entre la verdad y la mentira, entre el odio y el amor, de manera que condenan por igual al terrorista islámico, como al judío o cristiano pacífico (y ciudadano de bien) que vive bajo los principios divinos emanados de la Biblia.

VIOLENCIA MUNDIAL, HAMBRUNA, PESTES Y CATACLISMOS: "Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y plagas; y habrá terror y grandes señales del cielo" (Luc 21:10-11).

El terrorismo islámico a partir de la destrucción de las torres gemelas de Nueva York, de los ataques al Metro de Madrid y Moscú, las masacres de cristianos e inocentes en los países africanos, hasta llegar a los ataques de enero en Paris. Aunado a las hambrunas en Asia y Africa, la aparición de pestes como el ébola, el sida y la caída inusual de enormes meteoritos y lunas "sangrantes": son parte del cumplimiento de las profecías de Yeshua. Solo la soberbia y la incredulidad pueden negar una realidad que invita a la reflexión espiritual y el arrepentimiento. A recordar las generaciones de Noé y Lot, así como su suerte final.

ANHELO DE PAZ Y SEGURIDAD: la humanidad está cansada de tanta violencia, de soportar la crueldad de los terroristas islámicos y de la delincuencia de todo tipo. Lo acabamos de ver en Paris. En marchas y manifestaciones leemos en las peticiones sociales el deseo de paz y seguridad. La profecía advierte que cuando esto sucediera, la aparición del antimesias (anticristo) sería inminente, previa al retorno del Mesías: "Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá como ladrón por la noche, que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina" (1ª Tes 5:2-3).

PERSECUCIÓN: Quizá ningún momento en la historia humana ha sido tan hostil contra la fe de judíos y cristianos como el actual. A las sociedades posmodernas se les llena la boca de la palabra tolerancia, aunque la mayoría no quiere escuchar de D-os ni de la fe. Y si esto sucede en occidente, ¿qué podemos esperar de musulmanes y otros credos? Yeshua profetizó al respecto: "Pero antes¦ os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre¦ seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán algunos de vosotros; y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá" (Luc 21:12-18).

El D-os de Israel como padre perfecto y lleno de amor sigue con los brazos extendidos esperando que los hijos pródigos retornen a casa. La profecía del Mesías es una invitación para que las personas insatisfechas en su ser interior miren su alejamiento del reino de D-os, que analicen con verdad su vida materialista y rendida a la mundanalidad, y decidan de todo corazón responder al llamado de amor de Yeshua, quien poco antes de dar su vida para nuestra redención, nos advirtió a judíos y no judíos: •"Velad, pues, en todo tiempo orando  que seáis tenidos por dignos de escapar de todas  estas cosas que vendrán, y de estar de pie delante del Hijo del Hombre" (Luc 21:36)

     Pero si la mayoría no desea escuchar al Mesías de Israel (y de toda la humanidad), ¿cree usted que escucharán la voz de los cada vez más escasos profetas?, que como sus consiervos en el pasado denuncian en medio de la incomprensión el pecado y anuncian las cosas por venir. Lo más probable es que no se atienda su mensaje a causa de la incredulidad generalizada. Peor todavía, de la tradición y los rezos ritualistas que a nadie jamás han transformado. De manera pues que los que estamos despiertos, pidamos por nuestro pueblo para que la voz de Yeshua como el máximo profeta de Israel sea escuchada, y todos nuestros hermanos que hasta ahora no le han reconocido entren a su reino eterno ¡Amén!
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El rabino Manuel Hernández G., es consejero espiritual de la AJMM. Es abogado (U. de G.), con Licenciatura y Maestría en Teología por la Universidad Flet (Miami, USA).

e-mail: mahergo50@hotmail.com



La revista CHALUTZIM es el órgano informativo de la «Alianza de Judíos Mesiánicos de México». Se publica trimestralmente desde el año 1992 y se envía de manera gratuita.
 
Director: Mtro. Manuel Hernández Gómez
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